Hoy es un día especial, así que no quiero hablar
de príncipes de esos falsos imaginarios, sin castillo,
carruajes ni servidumbre. Hoy quiero hacerle un homenaje real a su majestad: mi papá.
carruajes ni servidumbre. Hoy quiero hacerle un homenaje real a su majestad: mi papá.
Lo que más me gusta de mi papá es que no me dice ‘No’ a nada, y pocas veces me cumple. El simple hecho de engañarme, me parece absolutamente
adorable, porque eso sólo explica que así no pueda darme todo lo que demanda mi
corona, sólo le importa una cosa: verme feliz.
De el aprendí la importancia de hacer siempre lo que me gusta y de el heredé la impuntualidad, pero puedo decir con orgullo que nadie ha hecho un ‘Box
culvert’ más hermoso que él porque es el mejor en lo que hace y que no es tan millonario, porque prefiere ser
honesto. Cada vez que pienso en eso, recuerdo que tengo una fortuna invaluable.
Tiene defectos, si. Lo que menos me gusta de él es que a
veces quiere competir conmigo por el puesto de princesa y si no le llevo el
vaso de agua con “prontitud y alegría”, me condena sin piedad al destierro de
la hamaca en la que vemos películas de Van Damme los Domingos por Caracol.
Pero como es mi papá, hasta sus defectos me enamoran, así como yo siempre tendré su amor.
Pero como es mi papá, hasta sus defectos me enamoran, así como yo siempre tendré su amor.
Papá, feliz día de "¡EL novio tuyo soy yo!". Aunque nunca llegó mi Tag Heuer, te amo y te amaré por siempre, porque
el mejor regalo siempre ha sido y será tu ejemplo.
Que lindo texto, amor por el padre.
ResponderEliminarMaría Eugenia Pantoja
Universidad Bolivariana de Medellín